martes, 30 de marzo de 2010

Amar en primavera.



Abrí el balcón y vi la maravilla:
estaba ahí la primavera.
Los almendros en flor
me regalaban con suave fragancia,
su hermosura
Y sucedió el prodigio,
¡Qué cosa tan extraña!
De pronto descubrí, que era el amor.
Mientras dos jilgueros,
acariciaban sus picos enamorados.

Sin darme cuenta,
de pronto tus brazos me apresaron dulcemente
y llenándome de besos me decías
¡Te amare siempre!
Yo, entornaba mis ojos y dejaba
que tus labios recorrieran mi piel,
mientras fuera el almendro florecía.
Te susurré ¡Vida mía! ¡Me siento tan plena!.
¡Tan felíz! Porque ahora sé
que siempre, siempre,
serás mi amado.
Y tú corroboraste,
¡Te amaré siempre,
y siempre me tendrás así
audáz enamorado!

Autora Josephine Ruiz.
Derechos de autor.

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