martes, 22 de febrero de 2011

Amor mio...


Eres amor mío, un lucero

que alumbra madrugadas en mi cielo.
Me irradias con tu luz

y das calor a mi alma.
Hoy,me desperté temblando
por el miedo.

Un dolor punzante aquí en el pecho,

y el corazón que trotaba sin resuello.

Te ví sumido en un profundo sueño

y una sombra creí ver rondándote.

Esa sombra, que presagia muerte.

¡Dios mío qué real fue!

Me quedé a velar tu sueño.

Y así me sorprendió el día,

acariciándote el rostro

y alisando tu pelo.

Sé que te marcharás pronto,

se que me dejaras sola.
Lo intuyo,lo presiento,lo siento.

Sé que tu vida se apaga.

¡Cariño mío!, hoy supe que te voy a perder…

Autora Josephine Ruiz.
Derechos de autor.







Sin ti no soy nada.






Después de besarte amor,
tengo que escapar de ti.

Antes de perder el alma,

antes de que aflore el alba,

tengo que escapar de ti.
Y aunque sin tí no soy nada,

me atormenta el olor de tu piel
y los celos me roban la calma.
y convierten en drama mi vida.
Por eso tengo que escapar de aquí
porque no debo aferrarme a la nada,
nunca me dices, qué soy para ti,
si te importo, si me amas.
Y yo, daría mi vida por ser,
la única mujer que reine en tu cama.
Porque amarte es placer para dioses,
y adorarte me funde en la notas
más intensas y tristes del arpa.
¡Qué difícil me lo ha puesto Dios!

O tal vez no se haya enterado,

que quisiera vivir a tu lado,
para siempre y por siempre ¡mi amor!

Autora :Josephine Ruiz.
Derechos de autor Reservados.

Perdida.


Aquí estoy acurrucada,
en un rincón de la vida.
Lamiéndome las heridas
que me ha dejado el pensar,
que pude el amor hallar,
tan solo con una flor,
un poema, una canción.
Una mirada a los ojos,
y aquí quedan mis despojos,
si los quieres levantar.
Yo sí creo en la amistad,
y pretendo amor eterno,
aquí quedo en el camino,
con el corazón enfermo
mas siguiendo a Luther kim,
aquel negro soberano,

siempre estaré junto a ti,

siempre te daré mi mano.
Autora:Josephine Ruiz.
Derechos Registrados.

Guerra de sombras.





Arriba en el firmamento,
Las estrellas se escondían,
de ver llorar a la virgen,
por esta guerra maldita.
De esos ríos de sangre,
Que amargamente fluían.
¿Dónde estás. Dios de los hombres?

Que con tu ayuda divina,
puedes parar esta guerra,
puedes salvar muchas vidas.
Ayudar a mucha gente,
que padecen sin salida.
¡Dad al mundo una esperanza,
y también una alegría!
Autora : Josephine Ruiz.
Derechos de autor reservados.