lunes, 28 de septiembre de 2009

Para mi corazòn no ay espera.



Hoy escuche la verdad Doctor,

No la verdad que yo inventaba con la voz absurda del temor.
Arránquemelo por favor.
No existen bonitos rincones en el temblor
de mi corazón y eso es todo lo que tengo. Inquietante temblor.


Ya no puedo soportarlo,
No sienta compasión por este órgano en pena.
Soy afortunada a pesar de mis despechos
pero arránquemelo por favor,
No hay espera.

Le temo a este dolor,
Un dolor que existe en mi alma por
el tembloroso órgano que hoy me quema.
Doctor, acaso me he convertido en amor roto?
Mi corazón herido hoy palpita y tiembla.
Mi corazón está enfermo verdad?
Ya no hay espera.

Como es posible Doctor?
Si usted me dijo que yo era un ángel bendito,
Un regalo divino a esta tierra.
Que me ha ocurrido con el pasar de los años, las experiencias?
Acaso desear sostener mil estrellas en mis manos es equívoco?
Siento que ya no hay espera.

Solo un loco más cuerdo que yo puede mostrarte si es cierto Doctor...
Que la luna pura y magna danza cuando los amantes juntos tiemblan.
Mi cuerpo blanco está cansado y mi alma desespera.
El antídoto no es otro hombre, ni otra historia, ni guerra.
Ya no hay espera.

Hoy sostengo la espada con la mano temblorosa
de mi alma para ahuyentar mi condena.
Tan solo quiero protegerme,
Tan solo lucho por curar mi pena,
Es mi corazón Doctor.
Arránquelo hoy por favor,
El tiempo pasa,
y ya no hay espera.


Autora: Josephine Ruiz.
Derechos de autor.