lunes, 28 de septiembre de 2009

Para mi corazòn no ay espera.



Hoy escuche la verdad Doctor,

No la verdad que yo inventaba con la voz absurda del temor.
Arránquemelo por favor.
No existen bonitos rincones en el temblor
de mi corazón y eso es todo lo que tengo. Inquietante temblor.


Ya no puedo soportarlo,
No sienta compasión por este órgano en pena.
Soy afortunada a pesar de mis despechos
pero arránquemelo por favor,
No hay espera.

Le temo a este dolor,
Un dolor que existe en mi alma por
el tembloroso órgano que hoy me quema.
Doctor, acaso me he convertido en amor roto?
Mi corazón herido hoy palpita y tiembla.
Mi corazón está enfermo verdad?
Ya no hay espera.

Como es posible Doctor?
Si usted me dijo que yo era un ángel bendito,
Un regalo divino a esta tierra.
Que me ha ocurrido con el pasar de los años, las experiencias?
Acaso desear sostener mil estrellas en mis manos es equívoco?
Siento que ya no hay espera.

Solo un loco más cuerdo que yo puede mostrarte si es cierto Doctor...
Que la luna pura y magna danza cuando los amantes juntos tiemblan.
Mi cuerpo blanco está cansado y mi alma desespera.
El antídoto no es otro hombre, ni otra historia, ni guerra.
Ya no hay espera.

Hoy sostengo la espada con la mano temblorosa
de mi alma para ahuyentar mi condena.
Tan solo quiero protegerme,
Tan solo lucho por curar mi pena,
Es mi corazón Doctor.
Arránquelo hoy por favor,
El tiempo pasa,
y ya no hay espera.


Autora: Josephine Ruiz.
Derechos de autor.

viernes, 5 de junio de 2009

París monamour..


París huele a perfume

de rosas frescas;

a nubes bajas y blancas;

a nostalgia de un amor encontrado y perdido,

ahogado en el Sena.

Aúna melodía de recuerdos.

París huele a madera noble

de ese viejo teatro de los sueños

que a través de los años cruje.

París huele a refugio;

a café y aguardiente,

al humo de los cigarrillos de

sus bohemios artistas.


Huele a eso y más…

a las notas de un viejo violín…

París huele a colores

tan intensos como un arco iris

después de una tormenta;

a los tímidos rayos de un sol de primavera;

huele al arte del vino, a sus calles hermosas.

París huele a dulzura de amantes clandestinos.

A una amistad sincera de dos enamorados

que sin saber que, siendo tan amigos,

están encadenados.

París huele a ternura, a pétalos de rosa;

París huele al hermoso despertar

de los amantes que

de amarse tanto y tanto,

sus bocas aparecen llenas

de infinitos hallazgos.


Paris huele a fragancias.

París huele a tu ausencia.



Autora: Josephine Ruiz.

Derechos de autor.



jueves, 12 de marzo de 2009

"SEÑORA. MARÍA"



"




Señora. María su niño. Manuel
me beso ante ayer en el portalito
del santo. Miguel
me quiso abrazar y yo le decía
no me achuches mas
el me susurraba
te quiero te quiero...

mientras yo decía
no quiero no quiero
pero yo en mi alma sí que lo quería
aunque mi cabeza que no le decía

pero si lo amo lo quiero lo adoro
señora. María
el es para mi mayor tesoro
añoro sus besos añoro sus ojos
su cuerpo su abrazo

y asta sus enojos
señora. María
su niño. Manuel me beso ante ayer
mientras me pedía
que sea su mujer
y yo entre suspiros

ya le conteste
que le amare siempre
que vivo por el...



Autora: Josephine Ruiz.

Derechos de autor.