viernes, 3 de junio de 2011

Dulce pasión.




DULCE PASIÓN.

Entre los tranquilos lagos

y los profundos valles,

que nos rodean con su belleza,

me abrazas con pasión,

dulcemente me besas.

Al sentir el tibio roce de tus labios,

un torrente de estrellas estallan en mi cuerpo.

Como el capullo de una mariposa,

que ha estado dormido y se despierta

y queda libre abriendo sus alas a la vida. 

Así, desperté yo, que estaba dormida. 

Mi sangre fluye por mis venas,

como un rió de amor y de caricias.

Tus manos recorren ávidas mi cuerpo,

tu boca me susurra que me amas,

yo te miro como una niña

que descubre el amor por vez primera 

y te entrego enamorada, mis primaveras. 

Mientras mis labios beben el néctar de tu boca,

nos dejamos llevar de esta pasión loca,

como dos mariposas libres al viento.

Pasaron los años,

aquello sólo es ahora un buen recuerdo.

Pero, volvemos a encontrarnos en el tiempo

y como un milagro, todo entre nosotros cobra fuerza.

¡Déjame ser el dulce consuelo de tu amargo corazón,

no temas, no escapes de mi pequeño manantial,

lleno de un sincero amar!

Déjame bañarte con mi dulce acariciar,

que se deslizara por la sombra de tu alma, 

llevándote a una primavera absoluta, 

llenándote de un gran felicidad. 


Autora: Josephine Ruiz,.
Derechos de autor reservados.


Sola con mi tristeza.




Aquí estoy acurrucada en la penumbra,

de mi alcoba desierta.

Una gran tristeza me embarga el alma,

por mis venas la sangre se paraliza.

Estoy sola, inmersa en un mar de recuerdos.

Por mi mente sólo desembaúla la melancolía,

todo es negro a mi alrededor.

Ya no hay ni un rayo de esperanza,

que alumbre y dé calor a mi cansado corazón.

Sólo en ti .Dios mío pongo mi fe.

Te ruego me des consuelo y refugio,

a cógeme en tu seno, ,

porque esta maldita melancolía,

me esta matando lentamente.

Esta gran tristeza que embarga mi alma,

me hace estar en una estancia gris.

Es tan grande mi hastío que nada me hace ilusión,

este dolor lacerante que oprime mi pecho,

es como si me hubieran arrancado de cuajo la vida.

Soy como una rosa marchita sin rosal.

Espero que pronto el sol brille de nuevo en mi corazón

y el amor que un día la vida me robó en un instante,

 hoy  me lo devuelva y por siempre florezca de nuevo, 

la llama del amor en mi corazón...




Autora: Josephine Ruiz.
Derechos Registrados.