viernes, 12 de febrero de 2010

Nuestro amor es eterno.



Mientras me hablabas y te miraba,
se detuvo el tiempo.
Mis ojos no veían mas allá de los tuyos,
el amor me llamaba y yo obedecía.
Mientras me susurrabas palabras bonitas,
mandaban los sentimientos,

el cielo se hizo visible en tus ojos,
yo pronuncié el querer en tus labios.
Fue una mirada, tan solo una mirada
para despertar un frenesí de besos,
una lujuria de sentimientos,
un mar de caricias y pasiones.

Fue un instante sin fin, sin tiempo para soñar.
Y entonces despertamos y seguimos amándonos
me estremecía de placer, al contacto de tu cuerpo.
Cuando tu ávida boca besaba cada palmo de mi piel
estaba en otro mundo, en el que solo existíamos tú y yo.
Amándonos sin pudor sintiendo que éramos uno del otro
y así nos dormimos abrazados esperando el nuevo día.
¡Que siempre viva la llama,
de este hermoso amor en nuestros corazones!
Y, cuando la vida nos deje
nos lleve juntos, muy juntos;
para seguir amándonos eternamente…



Autora: Josephine Ruiz.

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