¡Ay amor de de mis amores! que con tu zalamería,
trastornas el alma mía, quemándome aquí, en el pecho.
Que muero porque me miren esos ojos almendrados,
que muero porque me entregues, tus caricias en mi lecho.
¡Ay si pudiera beber del manantial de tu boca!
Esa, que me vuelve loca, que es torrente de pasión
pues hechizada de amor me tienes encadenada,
a tu cuerpo a tus maneras,
haría lo que dijeras
perdida sin remisión.
Yo sé que soy la sirena que incita tu mar salado,
y tu eres la ola furtiva, que me encadena a tu lado.
Amor, sé que desvarió, sé que pierdo la razón,
que me muero por ser tuya y robar tu corazón.
Autora: Josephine Ruiz.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
¡Ay amor de de mis amores! que con tu zalamería,
trastornas el alma mía, quemándome aquí, en el pecho.
Que muero porque me miren esos ojos almendrados,
que muero porque me entregues, tus caricias en mi lecho.
¡Ay si pudiera beber del manantial de tu boca!
Esa, que me vuelve loca, que es torrente de pasión
pues hechizada de amor me tienes encadenada,
a tu cuerpo a tus maneras,
haría lo que dijeras
perdida sin remisión.
Yo sé que soy la sirena que incita tu mar salado,
y tu eres la ola furtiva, que me encadena a tu lado.
Amor, sé que desvarió, sé que pierdo la razón,
que me muero por ser tuya y robar tu corazón.
Autora: Josephine Ruiz.
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